ESCUELA MARÍA CAROLINA GARRONE DE MARTOCCIA

PORTAL EDUCATIVO

viernes, 29 de marzo de 2013

MENSAJE VIERNES SANTO

VIERNES SANTO
Al celebrar hoy la Pasión y la Muerte de Jesús, no podemos cerrar los ojos a esta realidad.
Hoy somos invitados a mirar al que crucificaron. Sabemos que ese mirar no debe quedar ahí porque la Cruz está también en la calle, en la vida de cada día, en nosotros, en todos aquellos que habitamos este mundo.
Debemos ser capaces de buscar la cruz del hombre de hoy. Deberíamos ser capaces de buscar la forma de aliviar tanto dolor.
Hoy es un día para reflexionar, para aceptar la Cruz, la nuestra y la ajena, la del otro -y ese otro no es sólo Jesús-, sino toda persona que sufre.
Con otras espinas, con otras cruces, con otros clavos... el mundo está lleno de rostros de Jesús… el mundo necesita de manera urgente gente solidaria, gente llena de amor que ayude a cargar las cruces de hoy…

Foto: VIERNES SANTO
Al celebrar hoy la Pasión y la Muerte de Jesús, no podemos cerrar los ojos a esta realidad.
Hoy somos invitados a mirar al que crucificaron. Sabemos que ese mirar no debe quedar ahí porque la Cruz está también en la calle, en la vida de cada día, en nosotros, en todos aquellos que habitamos este mundo.
Debemos ser capaces de buscar la cruz del hombre de hoy. Deberíamos ser capaces de buscar la forma de aliviar tanto dolor.
Hoy es un día para reflexionar, para aceptar la Cruz, la nuestra y la ajena, la del otro -y ese otro no es sólo Jesús-, sino toda persona que sufre.
Con otras espinas, con otras cruces, con otros clavos... el mundo está lleno de rostros de Jesús… el mundo necesita de manera urgente gente solidaria, gente llena de amor que ayude a cargar las cruces de hoy…

Cuando veo un mundo gris que se nos muere, 
y me duele con quien vivo la Palabra.            
Si la Paz, tan alejada de este mundo, 
nos forzamos, todos juntos, en buscarla,                    
Si entre todos escuchamos, sin ser sordos, 
el grito de dolor que el hombre lanza… 

Cuando vemos los trabajos que labramos 
y los pobres no reciben sus esfuerzos.
Cuando, en Dios, su voluntad nos planteamos 
y los hombres no lo sienten en su adentro. 

Si aceptamos el fracaso, siendo humildes, 
por lo poco que en nosotros, de Dios vieron…   
Si olvidamos la Palabra que aprendimos 
y, con hambre, nuevamente la leemos.                 

Si los hombres que sabemos alejados son los nuestros, 
sin sentirlos nunca ajenos.               
Si los hombres que la Biblia nos reúne, 
nos hacemos, todos juntos, hombres nuevos... 

Luz de Dios a las sombras le pondremos, 
nos diluiremos juntos, como la sal. 
Cuando esto lo vivamos, como nuestro,
la tierra volverá a resucitar…